Con su gato Mishi, que no participó en el último concurso de belleza, comenzó el recuento de mascotas. No faltaba Persy, su adorado y fiel coli, que tanto le fascinaba peinar. Chispa, el hámster ruso, se revolvía inquieto y daba vueltas en la rueda de su jaula. El camaleón Karma la miraba, impertérrito, apoyado en una rama de cartón piedra.
Estaba preocupada por su inmensa pitón albina: llevaba ya varias semanas inapetente. Se relajó un poco al ver que faltaba su minúsculo e irrelevante marido. Con todo, buscó en su calendario un hueco para llevar la serpiente al veterinario: imposible que no se le hubiera indigestado.
FIN
Qué humor más negro, por favor!! Me has hecho reír. Un beso
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Es la marca de la casa, jaja. Otro para ti; muchas gracias por pasarte.
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