(La madre no ve el momento de apagar la luz para que se duerma su hija)
No podía dejar de llorar, y yo estaba exhausta: lo había probado todo. Le había contado cuentos, abrazado y, en vano, intentado consolar. El caso es que, cuando estoy con ella, ni siquiera me mira. No me dice nada. Parece que estuviera atenta a un punto indefinido, por encima de mi cabeza.
***
Estoy asustada, triste. Otra vez esa estela, entre blanca y azul. Como una especie de niebla que no para de seguirla. También la vi cuando me despedí del abuelo, en el hospital. Solo que ahora está encima de mamá.
(La niña no sabe cómo apagar la luz para que su madre se quede)
FIN
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Un placer leerte, saludos
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¡Igualmente! Muchas gracias por pasarte, leer y comentar. Abrazo fuerte y que tengas un 2020 lleno de felicidad.
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Igualmente para ti 😉
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Gracias. Es un placer leerte. Buen día
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¡Muchas gracias a ti! El placer es mío. Un abrazo y encantado de que te pases, leas y comentes.
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