
El color del cielo empieza a cambiar. Parece un atardecer normal, pero en el horizonte despunta una mezcla extraña de colores: entre añil y púrpura.
Muchos han salido a reencontrarse. Hablan en susurros que, al poco, han devenido en conversaciones animadas. Como si fuera un día más.
Ajusto el reloj; apenas dos horas para el final. Es difícil de creer, aunque nos han explicado una y mil veces cómo ocurrirá. Nos dijeron que los pájaros dejarían de cantar y que el viento se detendría. Y en los árboles, a decir verdad, apenas se mueve una hoja. También nos advirtieron que, esta vez, iría en serio. Que aprovechásemos las últimas horas. Con todo, camino despacio. Casi arrastro los pies hacia la plaza, pues no quiero llegar antes de tiempo.
Por fin lo veo: está más delgado y marchito. A pesar de ser gemelos, siempre hemos sido tan distintos. Sin embargo, cuando me fijo en él parece que estuviera frente a un espejo.
Mientras se estrecha la distancia que nos separa, pienso en la mejor manera de acabar con el silencio de veinte años. No se me ocurre cómo empezar.
No sé si son sus ojos o los míos los que se llenan de agua. Entonces, decido abrazarlo.
FIN
Ay, qué bonito, me ha encantado. Hermoso.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Me alegro mucho de que te haya gustado! Es un relato que dedico a la capacidad que todos tenemos de perdonarnos. ¡Esperemos que no haya que esperar hasta el día del fin del mundo! Un abrazo; gracias por pasarte y leer. Mucha salud.
Me gustaMe gusta
¡Espléndido relato, me ha encantada mucho!
Un fuerte abrazo! 😊
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Me alegro mucho de que te haya gustado! Un fuerte abrazo para ti. Nos leemos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Un abrazo, tan poco y sin embargo tanto…
Me gustaLe gusta a 1 persona
Como muchos otros pequeños gestos… ¡Muchas gracias por pasarte, leer y comentar! Un fuerte abrazo y que pases buen agosto.
Me gustaMe gusta
A veces, el fin del mundo comienza con una mirada. Hermoso relato.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Gracias! Así es. Besiños y salud.
Me gustaMe gusta
Ya he bicheado tu blog alguna que otra vez y tu forma de escribir es sencilla y elegante al mismo tiempo. Pero me he dado cuenta que no le había dado al botón de seguir de WordPress, pero sí que lo tengo desde hace tiempo en favoritos en mi navegador. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola, Álvaro..Muchas gracias por tus palabras, por pasarte, leer y seguirme. Aprovecharé también para visitar el tuyo. Un abrazo fuerte y…¡salud!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me ha encantado, Jorge. Una historia muy bonita con un toque distópico muy acertado. Un fuerte abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Gracias, Mayte! Es un posible final. Supongo que hay muchos otros. Un abrazo y feliz retorno a la ¿rutina? Cuídate.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pingback: Faltan muchos | Blog de Aldegunde