By Jorge Aldegunde
Fue un abanderado del joystick hasta que la palanquita no dio más de sí. Más adelante, aceptó teclado como animal de compañía: “OPQA” más barra espaciadora (digan lo que digan, el orden importa…); la famosa combinación de teclas le proporcionó tardes de gloria frente al monitor de un flamante Amstrad CPC. Muchos fueron los héroes cuya piel habitó y cuya suerte, acompañado –las menos de las veces– de vidas o energía infinita por mor de trucos o pokes, hubo de compartir.
Esta entrada va por ellos.
Acompañó a Guillermo de Occam y a su fiel discípulo Adso en excursiones nocturnas, tratando de darle esquinazo a un abad recalcitrante, mientras desentrañaba el misterio oculto tras oscuros crímenes que anticipaban al mismísimo Anticristo. Se convirtió en un policía de metal que repartía justicia, mamporros y tiros por las calles de Detroit. Lució la capa del caballero oscuro y…
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¡Qué tiempos aquellos del Amstrad CPC! Horas y horas jugando al Fernando Martín y al Emilio Sánchez Vicario. Muchas gracias por recordarme aquellos años. Y sí, lo reconozco, también yo era un maestro del «OPQA» más barra espaciadora.
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Hay un cierto pique entre los que profesan el OPQA y los defensores del QAOP. Un tiempo después supe que era algo así como ser del Madrid o del Barça en el mundo de los videojuegos clásicos… Mira aquí: https://www.elmundodelspectrum.com/tratado-sobre-la-dicotomia-qaop-y-opqa/
¡Tremendo!
Y a poco que «bichees» en Internet hay mil entradas…
Tú eres de los míos… ¡Jaja!
Fuerte abrazo.
Jorge
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Lo feliz que fui yo con mi Spectrum de 8 bits y su rayitas arco iris de 4 colores …
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El mío era el Amstrad CPC6128. Y mi juego favorito: La abadía del crimen (le dedico algún que otro post, como habrás podido ver…) Gracias por comentar y un fuerte abrazo para ti.
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