SOBRE LA LÍNEA por Jorge Aldegunde

Latinos & Masticadores / EEUU

CAPÍTULO 1. TRAZAS DE GUARDAMETA

Quede claro: no era un jugador de fútbol brillante. Ni lo fui entonces, ni después. Con el tiempo aprendí algunos trucos para salir del paso y llegué a pelear cada balón como si fuera el último. Pero talento, lo que se dice talento, había más bien poco. Mis comienzos balompédicos en el club delPortofueron los de un niño algo torpe cuya estructura ósea era sensiblemente más densa que el resto. En román paladino: era tirando a gordito. Destacaba, si acaso, por ser el típico crío de ciudad en medio de una pandilla zagales ágiles, despiertos y con el sol –que en Galicia castiga de lo lindo cuando quiere– incrustado en su piel. La mía, empero, era más bien fina, pálida y atópica: para cuando Lorenzo hacía su efecto, mediado el mes de agosto, espalda y hombros abrazaban su eterno retorno poniéndose a pelar.

Ver la entrada original 714 palabras más

Anuncio publicitario