Tampoco hoy encontré trabajo. Y no lo entiendo, no será porque no lo intente: llevo más de veinte entrevistas.
En la última he perdido un poco mi ensayado autocontrol. El tipo de recursos humanos me preguntaba que si tenía cargas familiares. Yo, sonriente, le he dicho que sí; que las guardo en frasquitos de formol.
FIN
Me ha hecho mucha gracia, de verdad. Gracias.
Un abrazo literario.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Me alegro! La idea era sacarle punta a la situación. Muchas gracias por pasarte, leer y comentar. ¡Otro abrazo literario para ti!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pingback: Tiempo de recuento (crónica del año que se va) | Blog de Aldegunde