Tengo pensado hacer varios peces de colores. Solo necesito un par de escamas, y no tendré que comprar más cada vez que los grandes se coman a los chicos en la enorme pecera.
Una maravilla, las nuevas impresoras de ADN. Las réplicas me están quedando fantásticas, y son tan fáciles de programar. Lo de escribir informes no lo llevo bien, pero tener carta blanca para ensayar compensa con creces.

Mario ni se había enterado cuando rocé su mano con el hisopo en el ascensor. Cada vez que pienso en él me pongo a mil. Bueno, si la prueba sale bien, supongo que no tendré que contarlo todo.
FIN
Pingback: Tiempo de recuento (crónica del año que se va) | Blog de Aldegunde